miércoles, 22 de mayo de 2013

La LOMCE ya esta aqui.

El gobierno aprueba la séptima ley educativa de la democracia.
Si señores ya van siete, y no se va a quedar aquí, pues nadie duda que cuando haya un nuevo cambio de signo en el gobierno de nuestro país, sumaremos una nueva ley a nuestra colección.
No quiero entrar a debatir los pormenores de esta ley, sus puntos negativos y sus puntos positivos (que alguno debe tener), sino a mostrar mi más profunda indignación como ciudadano de a pie y padre de una niña en edad escolar, sobre la falta de acuerdos, o el escaso interés del partido en el poder, en intentar llegar a ellos a la hora de  realizar una ley de esta vital importancia.
La educación debe de ser una prioridad para el estado, pues de ella depende la formación de los ciudadanos del mañana,  de los responsables de guiar el futuro de nuestro país.
Es por esto que resulte indignante que en una sociedad civilizada, en pleno siglo XXI, sigan prevaleciendo los criterios partidistas a la hora de sacar adelante una ley de este calado social. No importa que no haya un consenso con la comunidad educativa, ni con el resto de los partidos políticos.
¿Qué clase de imagen educativa estamos cuando creamos una ley, que desde antes de su puesta en funcionamiento ya tiene a la mitad del país divido?
Y lo que es peor, cuando no se ha hecho nada para intentar llegar a un acuerdo que al menos satisfaga en parte al resto de los implicados.
 
http://www.europapress.es/sociedad/noticia-luz-verde-septima-ley-educativa-democracia-20130517135442.HTML


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